En la tarde del jueves 21 de marzo de 2024, se anunció un cambio significativo en la dirección de la Universidad Nacional de Colombia. El profesor José Ismael Peña, quien hasta entonces se desempeñaba como vicerrector de la sede Bogotá, fue designado como el nuevo rector para el periodo 2024 – 2027. Este nombramiento, decidido por el Consejo Superior Universitario (CSU), ha generado diversas reacciones dentro de la comunidad educativa, marcando un momento crucial en la historia de esta prestigiosa institución.
José Ismael Peña, ingeniero de sistemas con especializaciones en Pedagogía, Filosofía de la Ciencia y Gestión ágil de proyectos, ha delineado un ambicioso plan de gestión centrado en la transformación pedagógica y académica. Su visión incluye la adaptación de métodos pedagógicos innovadores, la garantía de cursos necesarios para la graduación oportuna de los estudiantes, y una mayor pertinencia regional de los profesores. Además, Peña ha enfatizado la importancia de la internacionalización y la transformación del sistema de bienestar universitario, proponiendo políticas de vivienda y alimentación saludable para estudiantes de bajos recursos.
Sin embargo, su camino hacia la rectoría no ha estado exento de controversias. Durante la campaña, representantes estudiantiles expresaron su preocupación por actividades de difusión realizadas por Peña antes del periodo establecido, lo que generó tensiones dentro de la comunidad universitaria. A pesar de estas críticas, el proceso de selección continuó, culminando en su elección como rector.
La consulta educativa previa a la elección oficial mostró un panorama diverso, con Leopoldo Múnera liderando las preferencias, seguido por otros candidatos, y Peña obteniendo un 8.3% de los votos ponderados. Este resultado plantea interrogantes sobre la representatividad y la aceptación de Peña dentro de la comunidad universitaria.
La designación de Peña ha provocado reacciones mixtas, incluyendo plantones y la posibilidad de futuras manifestaciones. La comunidad educativa ha expresado su deseo de transparencia y respeto por los resultados de la consulta, reflejando una tensión entre las decisiones administrativas y la voluntad de estudiantes y profesores.
El CSU, compuesto por representantes de diversos sectores, incluida la ministra de Educación y miembros designados por el presidente, juega un papel crucial en estas decisiones. La votación secreta y la composición del consejo son elementos clave en el proceso de selección del rector, subrayando la complejidad de la gobernanza universitaria.
La elección de José Ismael Peña como rector de la Universidad Nacional abre un nuevo capítulo en la historia de esta institución. Su gestión enfrentará el desafío de implementar su visión de transformación, mientras navega por las complejidades de las demandas estudiantiles y académicas. La comunidad universitaria, por su parte, permanecerá atenta y activa en su búsqueda de una educación inclusiva, representativa y de calidad. Este momento representa una oportunidad para reflexionar sobre el futuro de la educación superior en Colombia y el papel que juegan las universidades en la preparación de profesionales capaces de enfrentar los retos globales, incluido el cambio climático. La dirección que tome la Universidad Nacional bajo la rectoría de Peña podría sentar precedentes importantes para otras instituciones educativas en el país y más allá.