En Caracas, Venezuela, se llevó a cabo un evento significativo que marca el inicio de un nuevo ciclo de negociaciones entre el Gobierno colombiano y la disidencia de las extintas FARC, conocida como Segunda Marquetalia. Este primer ciclo de negociación comenzará el martes 25 de junio y concluirá el 29 del mismo mes. La instalación oficial de la mesa de diálogos se realizó tras la lectura de un comunicado de nueve puntos, presentado por Gloria Arias, representante del Gobierno, y Yurneli Guerrero, delegada de la disidencia.
El documento establece los compromisos iniciales para este ciclo, que incluirá el desarrollo de temas específicos de la agenda, la definición de protocolos a seguir y el anuncio de decisiones sobre medidas para avanzar en el desescalamiento del conflicto. Ambas delegaciones se comprometieron con el nuevo acuerdo de paz e invitaron a la comunidad a participar activamente en el proceso. “El éxito de la paz y los diálogos que se inician exigen cohesión de las partes en la salida política”, leyeron. Además, se comprometieron a abstenerse de acciones que puedan traicionar la confianza en el proceso.
Las partes lamentaron el asesinato de Elmer Guerrero, uno de los jefes de la disidencia, y aseguraron que la mesa asume el compromiso total de garantizar la vida de quienes participen en la negociación. Hicieron un llamado a mantener la confianza en los diálogos. En el comunicado también se detallaron los equipos negociadores de cada lado. Por parte del Gobierno, los nombres confirmados fueron Armando Novoa como jefe de la delegación, Gloria Arias, Parmenio Cuéllar, María Camila Moreno, Jaime Ariza, Tulio Gómez y Gabriel Bustamante. Por el lado de la Segunda Marquetalia, los negociadores serán Walter Mendoza como jefe de la delegación, Yurleni Guerrero, Andrés Allende, Andrés Rojas, Jairo Marín y Andrés Guerrero.
Cuba, Noruega y Venezuela participarán como países garantes, saludando la instalación de la mesa como un paso importante hacia la paz en Colombia. Al finalizar la lectura del documento, Walter Mendoza, jefe de la delegación de la Segunda Marquetalia, tomó la palabra. Sentado al lado de Iván Márquez, comandante máximo de la disidencia, Mendoza lamentó el inicio de las negociaciones con la noticia del asesinato de Elmer Guerrero. “Es un mensaje equivocado para este proceso de paz. Esperamos que no vuelva a suceder. Superar esta situación está en manos del Estado y en particular del actual gobierno que es el responsable de la correcta implementación”, señaló Mendoza. Además, prometió propiciar condiciones para el desescalamiento del conflicto actual y explicó que “no tenemos intención de ocuparnos de un acuerdo ya firmado que sigue a la espera de ser cumplido”.
Por su parte, Armando Novoa, jefe de la delegación del Gobierno, explicó que el acuerdo firmado en 2016 es un mandato “vinculante, vigente, que compromete al Estado y sus autoridades (…) es la ruta para caminar la senda de la paz”. Novoa añadió que en la mesa no se discutirá el contenido del acuerdo porque el problema radica en la falta de implementación del mismo. Hizo un llamado a la Segunda Marquetalia para que no pierda de vista el Acuerdo de Paz firmado en 2016. “A diferencia de lo que pasó en 2016, hay que jugarle a fondo a la democracia popular. Tal vez si quienes firmaron el Acuerdo y desertaron hubieran tenido en cuenta el principio de la soberanía del pueblo, no han debido volver nunca al camino de las armas. Hoy es la oportunidad para rectificar esa decisión. Esta delegación está en la disposición de llegar a los acuerdos necesarios para que en forma temprana le demos buenos resultados al país”, concluyó.
El turno siguiente fue para Iván Márquez, quien actualmente está al mando de la disidencia y quien se creía muerto hasta hace un mes, cuando apareció por sorpresa en un video. Márquez apareció en la mesa de este lunes leyendo un comunicado en el que saludó el inicio de la negociación con “profundo anhelo de paz”. En su discurso, Márquez hizo mención especial a lo que en varios momentos han señalado como “la traición del Estado al Acuerdo y el entrampamiento a Jesús Santrich”. Esto alude al caso Santrich, que quedó plasmado en un extenso informe publicado en marzo pasado por la experta de la ONU Antonia Urrejola. El informe concluyó que sí hubo reiterados obstáculos al Acuerdo de Paz. Aunque no calificó el caso de Jesús Santrich como “entrampamiento”, sí decía que hubo un “agente provocador”, lo cual no está contemplado como técnica especial de investigación en el marco de la cooperación judicial internacional y está prohibido en Colombia.
Márquez afirmó que para ese momento, “nada se quería hacer por avanzar en la superación de las causas históricas del conflicto y era válido ejercer el derecho a la rebelión”. Añadió que “la Segunda Marquetalia, bajo mi mando, tiene toda la disposición de contribuir al logro de la paz para Colombia”.