Desde su estreno el 25 de enero, Griselda, la miniserie de Netflix, ha generado un torbellino de reacciones, especialmente por las críticas lanzadas por Michael Corleone, hijo de Griselda Blanco, la narcotraficante colombiana cuya vida inspira la producción. Corleone ha expresado su descontento en varias ocasiones, señalando inicialmente su inconformidad por la falta de comunicación entre los productores de la serie y su familia. Además, ha mencionado que está trabajando en un texto que narra eventos significativos en la vida de su madre, sugiriendo que algunos de estos detalles han sido utilizados en la serie sin su consentimiento.
Griselda Blanco, conocida por ser una de las figuras más prominentes en la historia del narcotráfico en Colombia, es retratada en la serie de una manera que ha provocado el descontento de su hijo. Corleone ha criticado la representación física de su madre en la serie, argumentando que se le muestra como una persona “fea”, lo cual contradice la realidad, según él. “Mi madre era una mujer bella. El hecho de que la llamen fea, me ofende”, afirmó Michael al Daily Mail, añadiendo que en su juventud, su madre era conocida como ‘la muñeca de porcelana’ debido a su belleza, la cual era elogiada por figuras poderosas en su vida, incluyendo alcaldes, gobernadores y políticos de diversos países.
La controversia no se detiene ahí. Michael Corleone ha acusado al equipo de producción de la serie, liderado por la actriz colombiana Sofía Vergara como productora ejecutiva, de ser irrespetuosos y de buscar ganancias comerciales sin considerar los detalles clave proporcionados por la familia Blanco. “Si mi madre estuviera viva, no se habrían salido con la suya”, aseguró.
Por otro lado, la inspiración detrás de la personificación de Griselda Blanco por parte de Sofía Vergara ha sido un tema de interés. Recientemente, se reveló que Vergara se inspiró en su propia tía, Gloria Vergara, para dar vida al personaje. Durante una aparición en el programa Despierta América, Gloria envió un mensaje a Sofía, quien respondió que varios aspectos de su tía, como su hábito de fumar y su tendencia a dar órdenes, fueron incorporados en su interpretación de Griselda. Sofía describió a su tía como una mujer desparpajada y con la chispa característica de los Vergara y los nacidos en Barranquilla, aunque aclaró que su tía no es tan chabacana ni escandalosa como el personaje que interpreta en la serie.
Este cruce de perspectivas sobre la vida de Griselda Blanco y su representación en la serie de Netflix pone de relieve la complejidad de adaptar vidas reales a la pantalla, especialmente cuando estas están marcadas por la controversia y el crimen. La disputa entre la visión de la familia Blanco y la interpretación artística de los creadores de la serie subraya el delicado equilibrio entre la precisión histórica y la libertad creativa. Además, resalta la importancia de considerar múltiples facetas de una persona al retratar su vida, reconociendo que la verdad a menudo reside en una amalgama de perspectivas.
