Han transcurrido dos meses desde la elección de Germán Bahamón como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), quien ya ha comenzado a implementar una estrategia comercial y técnica que promete grandes cambios en la industria del café. La reestructuración de la FNC ha implicado la eliminación de cargos directivos, bajo el principio de austeridad en la oficina central de Bogotá, lo que ha generado una serie de tensiones con el mandatario. Bahamón ha sido categórico en cuanto a los cambios necesarios para corregir el desorden administrativo en la organización, como el caso de Almacafé, cuyo gerente y subgerente han salido de la empresa.
El gerente general ha ganado el empoderamiento en las regiones trabajando de la mano de los comités regionales, lo que ha sido respaldado por el Comité Directivo de la Federación Nacional de Cafeteros, representante de las 548 mil familias cafeteras. Además, una auditoría en curso permitirá ver los resultados de las áreas que seguramente llevarán a otra toma de decisiones.
Bahamón ha profundizado en temas de cooperativismo y comercialización, a través de reuniones con las oficinas de la Federación en el exterior y la industria cafetera. Su presencia en la Feria de Cafés Especiales desarrollada en Santander le permitió tener un acercamiento directo con los productores y clientes internacionales que participaron en el concurso nacional de calidad de café “Colombia, Tierra de Diversidad”.
A su vez, SEMANA ha revelado que la variedad Canephora no es ilegal en el país y ha sido importada por Colcafe, Nestle e Ipac S. A., y que Agrosavia ha venido estudiando su incorporación como variedad de café apta para nuestro país. Con el boom de commodities y la escasez de coproductos, la industria en general ha venido incorporando mucho más esta variedad en sus mezclas para los procesos productivos. Buencafé es el único actor de la industria que sigue procesando café 100 % colombiano, lo que ha generado una presión al equipo comercial para poder conseguir suficiente materia prima.
El caso de Almacafé, “descubierto” hace un mes, no es un problema de ilegalidad, sino que fue haber comprado sin los debidos controles un café con un precio superior y de manera tardía haber reconocido que este café no cumplía con las exigencias de la fábrica. Los gerentes de Almacafé compraron a un precio de coproducto de café colombiano en el momento en el cual el precio del café estaba muy alto. Hoy, con una tasa de cambio más baja y con un precio de café colombiano referencia menor, la pérdida del ejercicio puede llegar a ser un poco más de 7.000 millones de pesos. La variedad Canephora es reconocida incluso por sus características físicas en el grano, así como por su contenido de cafeína superior. Según FNC, los dos análisis debieron haberse hecho antes de cerrar el negocio.