El brote de viruela símica, conocido también como mpox, ha sido un desafío significativo para la salud pública en la Región de las Américas. El 23 de julio de 2022, el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este brote como una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII). Esta declaración subrayó la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta coordinada y urgente.
La viruela símica, aunque menos conocida que otras enfermedades virales, ha demostrado ser una amenaza considerable. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha jugado un papel crucial en la respuesta a este brote. Desde el inicio, la OPS ha apoyado a los Estados Miembros con actividades de vigilancia, preparación y respuesta. En 2022, cuando se detectaron casos en varios países de la región, la OPS activó sus procedimientos de emergencia y estableció un equipo de gestión de incidentes. Este equipo, compuesto por personal de más de 15 entidades de la OPS, ha trabajado incansablemente para garantizar una respuesta oportuna y efectiva.
Uno de los logros más destacados de la OPS ha sido la distribución de vacunas. La región de las Américas fue la primera en recibir vacunas como parte de la respuesta de emergencia. Los envíos iniciales se priorizaron según la situación epidemiológica de cada país, lo que permitió una distribución más eficiente y equitativa.
La respuesta de la OPS se ha centrado en cuatro pilares principales. Primero, la comunicación y el compromiso de las comunidades de riesgo. Es esencial que las comunidades estén informadas y participen activamente en la prevención de la infección. Segundo, la detección y el tratamiento oportunos de los pacientes, así como la protección de los trabajadores sanitarios. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para contener la propagación del virus. Tercero, la confirmación de los laboratorios, la vigilancia y la contención de las cadenas de transmisión. La vigilancia constante y la capacidad de confirmar casos en laboratorios son fundamentales para controlar el brote. Cuarto, la garantía del acceso a los suministros sanitarios esenciales. Sin los suministros adecuados, la respuesta al brote sería ineficaz.
El 10 de mayo de 2023, la OMS declaró el fin de la emergencia por mpox. Esta decisión se basó en la recomendación del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que observó un descenso significativo y sostenido en el número de casos. Sin embargo, el Comité también recomendó una transición hacia una estrategia a largo plazo para gestionar los riesgos de salud pública que plantea la viruela símica. Esto implica que, aunque la emergencia ha terminado, la vigilancia y las medidas de prevención deben continuar.
La OPS y sus socios estratégicos han lanzado una Estrategia de Respuesta y Alerta a Donantes. Se estima que se necesitan 1.284.000 dólares para el plan de respuesta inicial de tres meses. Este plan busca frenar la transmisión de la viruela del mono y mitigar el impacto del brote en las Américas. Las donaciones permitirán garantizar que la información basada en pruebas se comunique adecuadamente y que las comunidades participen en la prevención de la infección. Además, se asegurará que los Estados Miembros tengan la capacidad de detectar y contener la propagación del virus a tiempo. También se protegerá a los trabajadores sanitarios, proporcionando orientación basada en pruebas y herramientas adecuadas para gestionar los casos de viruela del mono. Finalmente, se proporcionará liderazgo, coordinación y apoyo logístico para la fase de respuesta de emergencia.
La información sobre el brote de viruela símica cambia rápidamente a medida que se adquieren más conocimientos. Por ello, es crucial mantenerse informado a través de fuentes confiables. La plataforma clínica global de la OMS para la viruela símica es una herramienta valiosa para obtener datos actualizados y guías para la respuesta de salud pública.