El trágico fallecimiento de la maratonista ugandesa Rebecca Cheptegei ha conmocionado al mundo del atletismo y ha puesto de nuevo en el foco la alarmante realidad de la violencia de género. Cheptegei, de 33 años, murió este jueves, cuatro días después de que su compañero sentimental, Dickson Ndiema Marangach, la rociara con gasolina y le prendiera fuego. Este brutal acto ocurrió en su hogar en Endebess, Kenia, frente a sus dos hijas, de 9 y 11 años.
El médico Kimani Mbugua, a cargo de la unidad de cuidados intensivos del Moi Teaching and Referral Hospital (MTRH) en Eldoret, informó que Cheptegei falleció alrededor de las 5:20 de la mañana. “Sus heridas (…) cubrían la mayor parte de su cuerpo. Esto condujo a un fallo de varios órganos. Hicimos lo mejor que pudimos, pero no lo logramos”, explicó Mbugua. Añadió que, dada su edad y las quemaduras en más del 80% de su cuerpo, las esperanzas de recuperación eran escasas.
El informe policial revela que Marangach irrumpió en la propiedad de Cheptegei mientras ella estaba en la iglesia con sus hijas. Al regresar, la atacó de manera brutal. La maratonista vivía con su hermana y sus dos hijas en una casa que había construido en Endebess, a 25 kilómetros de la frontera con Uganda. Según el diario The Standard, el ataque ocurrió frente a sus hijas, un acto que añade una capa de horror a la tragedia.
La comunidad internacional ha reaccionado con una condena unánime. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París, donde Cheptegei compitió en agosto, expresaron su “inmensa tristeza” y “profunda indignación”. “Mostramos nuestra profunda indignación y nuestra inmensa tristeza tras la trágica muerte de Rebecca Cheptegei, una gran atleta con la que tuvimos el gran orgullo de contar y que contribuyó al éxito de los Juegos de París”, declararon.
El presidente del Comité Olímpico de Uganda, Donald Rukare, también se pronunció enérgicamente. En un mensaje en X, calificó el acto como “cobarde y sin sentido” y condenó la violencia contra las mujeres. Athletics Kenya, el comité de atletismo de Kenia, describió la muerte de Cheptegei como una “profunda pérdida” y exigió el fin de la violencia de género.
Njeri Migwi, cofundadora de la asociación Usikimye, un refugio para víctimas de violencia sexual y de género, pidió en la red X “poner fin a los feminicidios”. La atleta rumana de origen keniano Joan Chelimo también expresó su indignación en Instagram, calificando la violencia como “sin sentido” y pidiendo su fin.
El padre de Rebecca Cheptegei, Joseph Cheptegei, reveló que el ataque a su hija comenzó por una disputa sobre un terreno que ella había comprado. “Fue el terreno que compró lo que causó los problemas”, dijo, pidiendo al gobierno que cuide de la propiedad y de los hijos de su hija.
Este caso no es un incidente aislado en el mundo del atletismo en Kenia. En abril de 2022, se encontró el cadáver de la atleta de Baréin de origen keniano, Damaris Mutua, en Iten, un conocido lugar de entrenamiento en el Valle del Rift. Se sospecha que su compañero la mató. En octubre de 2021, la prometedora atleta Agnes Tirop, doble medallista de bronce mundial en los 10.000 metros y cuarta en los Juegos Olímpicos de Tokio en los 5.000 metros, fue hallada muerta a puñaladas en su casa de Iten. Su esposo, Emmanuel Ibrahim Rotich, está siendo procesado por asesinato, aunque niega los cargos.
Estos casos subrayan una preocupante tendencia de violencia de género en el mundo del atletismo en Kenia. La muerte de Rebecca Cheptegei es un recordatorio doloroso de la necesidad urgente de abordar y erradicar la violencia contra las mujeres. La comunidad internacional, los organismos deportivos y los activistas por los derechos de las mujeres deben unirse para crear un entorno seguro y de apoyo para todas las mujeres, dentro y fuera del ámbito deportivo.