El mundo del teatro de muñecos y la cultura colombiana están de luto tras la partida de César Santiago Álvarez. Su legado, sin embargo, perdura en cada rincón del Teatro Libélula Dorada, institución que cofundó en 1976 junto a su hermano Iván Darío Álvarez Escobar. Este teatro no solo es un espacio físico, sino un símbolo de creatividad y resistencia cultural. La noticia de su fallecimiento fue comunicada con profunda tristeza por el Teatro Libélula Dorada a través de su perfil de Instagram. En el comunicado, se destaca la gratitud y emoción de haber compartido tiempo con un ser humano tan extraordinario.
César Álvarez no solo fue un titiritero excepcional, sino también un apasionado por la formación y la gestión cultural. Participó en numerosos talleres de dramaturgia y técnicas de construcción y animación del teatro de muñecos. Su compromiso con el arte lo llevó a ser socio fundador de la Asociación de Titiriteros de Colombia (ATICO) y miembro del Consejo Nacional de Teatro. Además, presidió la Asociación de Salas Concertadas y fue jurado en diversas convocatorias de becas de creación artística en ciudades como Bogotá, Barranquilla y Medellín.
El comunicado del Teatro Libélula Dorada resalta la energía y pasión de César por el arte de los títeres, la música y la agremiación artística. Estas cualidades serán siempre un motivo de inspiración para quienes lo conocieron. La compañía invita a todos a honrar su memoria con una celebración de su vida, tal como él hubiese querido: con cantos, danzas y títeres. Esta invitación refleja el espíritu festivo y amoroso que César compartió con el mundo.
La noticia de su fallecimiento, ocurrida en la madrugada del jueves 7 de noviembre, ha dejado un vacío en la comunidad artística. Aún no se conocen los detalles de las causas de su muerte. Sin embargo, su legado artístico y humano sigue vivo. El comunicado expresa que quienes tuvieron el privilegio de conocerlo saben que su luz y alegría continuarán iluminando desde otro lugar. Las condolencias se extienden a todos los que amaron profundamente a César y su vida.
César Álvarez fue un pilar en la promoción y desarrollo del teatro de muñecos en Colombia. Su trabajo en la Fundación de Títeres y el Teatro Libélula Dorada ha sido fundamental para la formación de nuevas generaciones de titiriteros. Además, su participación en eventos formativos relacionados con la gestión cultural ha dejado una huella imborrable en el sector. Su labor como jurado en convocatorias de becas de creación artística demuestra su compromiso con el fomento del talento emergente.
El Teatro Libélula Dorada, bajo la dirección de César, se convirtió en un espacio de encuentro y aprendizaje para artistas de diversas disciplinas. Su enfoque en la agremiación artística y la colaboración entre creadores ha fortalecido el tejido cultural del país. La celebración de su vida, anunciada por la compañía, será una oportunidad para recordar el amor y la magia que César compartió con el mundo. Su alma, se espera, encontrará paz, mientras su recuerdo sigue vivo en cada uno de nosotros.
La comunidad artística y cultural de Colombia se une en duelo por la pérdida de César Santiago Álvarez. Su legado perdurará en el tiempo, inspirando a futuras generaciones a seguir sus pasos en el arte de los títeres y la gestión cultural. La celebración de su vida será un homenaje a su incansable espíritu y a la alegría que siempre transmitió. En este momento de tristeza, su legado artístico y humano se convierte en un faro de esperanza y continuidad para todos aquellos que lo conocieron y admiraron.