La noche del lunes 12 de febrero, el barrio Santo Domingo en Soacha se convirtió en escenario de un violento enfrentamiento que dejó a dos uniformados y un civil heridos. Este incidente, que se desató pasadas las 8:30 p.m., comenzó con una alerta ciudadana sobre una riña. Sin embargo, la situación escaló rápidamente cuando los agentes de policía, que patrullaban la zona y acudieron al llamado, fueron recibidos a tiros.
Según informes de las autoridades locales, detrás de esta violencia estarían dos bandas delincuenciales enfrascadas en una disputa por el control criminal del área. Al llegar, los uniformados se encontraron en medio de un fuego cruzado, lo que desencadenó una persecución que culminó con los delincuentes disparando contra los policías en su intento de huida. Uno de los agentes recibió un disparo en la cadera y el otro en la cabeza, siendo este último el de pronóstico más reservado. Ambos fueron trasladados a centros hospitalarios especializados, mientras que el civil, presuntamente involucrado en la riña inicial, también fue atendido por heridas de bala.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. Más de 100 uniformados de diversas especialidades se movilizaron hacia el lugar de los hechos, desplegando un operativo que se extendió hasta altas horas de la madrugada. Su objetivo: recabar toda la información posible que condujera a la captura de los responsables. En este esfuerzo, una persona fue detenida con un arma de fuego, aunque su participación en el incidente aún no ha sido confirmada. Otros tres individuos también fueron capturados en el marco de estas investigaciones.
Las cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones del lugar del enfrentamiento y los testimonios de varios testigos, algunos de los cuales lograron grabar parte del suceso, se han convertido en piezas clave para las autoridades. Estos elementos no solo ayudan a reconstruir la secuencia de eventos de esa fatídica noche, sino que también son fundamentales para identificar y eventualmente procesar a los implicados en este acto de violencia.
Este incidente pone de relieve la complejidad y los desafíos que enfrentan las autoridades en su lucha contra el crimen organizado, especialmente en zonas donde la disputa por el territorio entre bandas delincuenciales se traduce en actos de violencia que ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de la comunidad. La rápida respuesta de la policía y su compromiso con la investigación demuestran la determinación de las autoridades para restaurar la paz y el orden en el barrio Santo Domingo. Sin embargo, este suceso también subraya la importancia de fortalecer las estrategias de prevención y de trabajar conjuntamente con la comunidad para construir entornos más seguros para todos.
