Gustavo Petro, líder de la izquierda en Colombia, ha sido una figura prominente en la política colombiana durante la última década. Su popularidad y su postura política le han granjeado muchos enemigos, especialmente de corrientes ideológicas opuestas. Durante su campaña presidencial en 2022, Petro se encontró en el centro de un revuelo político que, según se informa, llevó a algunos a planear un atentado contra su vida.
La información sobre este supuesto plan de asesinato llegó a la campaña de Petro a principios de mayo de 2022, justo antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Según los informes, Petro había estado recibiendo una serie de amenazas y ataques debido a su creciente popularidad. El 2 de mayo, el equipo de seguridad de Petro recibió información sobre un supuesto plan para atentar contra su vida mientras realizaba una gira de proselitismo en el Eje Cafetero.
Tras corroborar la información con varias fuentes, Petro decidió cancelar sus actos políticos en esa región del país. Sus allegados y su equipo de seguridad sostenían que César Augusto Giraldo Montoya, conocido como ‘Calzones’ y señalado como líder del grupo criminal la Cordillera, estaba detrás del plan para acabar con su vida.
Las referencias que llegaron a la campaña de Petro indicaban que un empresario de la zona, encargado de cobros ‘gota a gota’ en Pereira, estaba planeando asesinar al líder de izquierda. Las investigaciones posteriores revelaron que este empresario era Giraldo Montoya, un colaborador activo de las campañas del Centro Democrático y señalado en una investigación de la Fiscalía como el líder de la Cordillera.
La Fiscalía tiene en su poder un informe de un agente encubierto asesinado por la organización criminal que menciona a Calzones como el líder de la Cordillera. Según el informe, Calzones es el dueño del negocio de préstamos ‘gota a gota’ en Pereira y es el jefe de la campaña de Duque 2, buscando la mayoría electoral en Pereira para que Duque 2 sea presidente.
Según los encargados de la seguridad de Petro, el plan de homicidio habría involucrado a miembros de la Fuerza Pública. Incluso se supo que uno de los artífices era un miembro de la Sijín que había participado en el asesinato del estudiante Lucas Villa durante el estallido social de 2021.
Los asesinos supuestamente planeaban matar a Petro el 3 o 4 de mayo, cuando el candidato tenía programadas dos presentaciones en plazas públicas. Los sicarios aprovecharían la confusión de la multitud para asesinar al ahora presidente de Colombia.
La campaña de Petro también reveló que el grupo criminal la Cordillera realizaba trabajos criminales para el clan del Golfo en el Eje Cafetero. Según la campaña, el plan de asesinato contra Petro estaría relacionado con el cierre de su sede de campaña en Montería (Córdoba) debido a amenazas del Clan, tras la captura de su líder, Darío Antonio Úsuga David, alias Otoniel.
Este incidente pone de manifiesto la peligrosa intersección de la política y el crimen en Colombia, y la vulnerabilidad de los líderes políticos en un clima de intensa polarización y violencia. A pesar de las amenazas y los peligros, Petro continuó su campaña y finalmente se convirtió en el presidente de Colombia, demostrando su resiliencia y su compromiso con su visión política.
