El automovilismo colombiano se viste de luto tras el trágico suceso que cobró la vida de Luz Piedad Eusse, conocida cariñosamente como Lupi, en el Autódromo de Tocancipá. La jornada, que prometía ser un encuentro de pasiones y velocidad, se tornó en una escena de consternación y duelo. La caída de una pantalla gigante, impulsada por los fuertes vientos que azotaron la sabana de Bogotá, marcó un antes y un después en la historia del circuito y en la vida de quienes allí se encontraban.
Luz Piedad, cuya trayectoria como periodista y piloto la llevó a ser una figura reconocida en el mundo del automovilismo, trabajaba en el programa radial ‘Autos y Motos’, bajo la dirección de Ricardo Soler. Su presencia en el autódromo no era casualidad; estaba lanzando su marca, con miras a competir el próximo año en la categoría Clase A. Este hecho resalta la ironía del destino, al encontrarse en el lugar que más amaba cuando ocurrió la tragedia.
El accidente se produjo en un momento de alta expectativa, durante la competencia final del TC 2000. Una pantalla de dimensiones considerables, 5 metros por 4 metros, se desplomó sobre el salón VIP, un espacio privilegiado para la observación de las carreras. La emergencia fue atendida con prontitud; las ambulancias presentes en la pista ofrecieron los primeros auxilios y los heridos fueron trasladados a la clínica La Sabana. Afortunadamente, según fuentes no oficiales, se encuentran fuera de peligro.
La carrera de Luz Piedad no solo se destacó en los medios de comunicación, sino también en la pista. Hace ocho años, hizo historia al convertirse en la primera mujer en ganar el campeonato TC Junior. Su vida, además, estuvo adornada por su faceta como modelo, su matrimonio y la bendición de ser madre de tres hijas.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado a colegas y seguidores. Nelson Enrique Ascencio, con quien compartió labores en ‘Autos y Motos’, expresó su dolor a través de la red social X. Otros excompañeros destacaron su alegría y pasión por la vida y por su profesión. La recordarán siempre por su carisma y su amor incondicional por los deportes a motor, una pasión que compartía con sus oyentes y seguidores en cada emisión y publicación.
La partida de Luz Piedad Eusse deja un vacío en el corazón de la comunidad automovilística y periodística. Su legado, sin embargo, perdura en cada anécdota, en cada carrera y en cada historia que contó con entusiasmo. Su sonrisa y su espíritu combativo seguirán inspirando a muchas generaciones de mujeres en el deporte y en los medios de comunicación. La tragedia en el Autódromo de Tocancipá nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de perseguir nuestras pasiones con determinación y alegría, tal como lo hizo Lupi hasta el último de sus días.