En el corazón de la música vallenata, la figura de Diomedes Díaz se erige como un coloso inmortal. A una década de su partida, el 22 de diciembre de 2013, su legado trasciende las melodías para adentrarse en un terreno más terrenal y contencioso: la disputa por su herencia. La complejidad de este asunto radica no solo en la magnitud de su fortuna, sino también en la vasta descendencia que dejó tras de sí. Con casi 30 hijos y múltiples parejas, el reparto de su patrimonio se ha convertido en un laberinto legal y emocional.
La fama y el éxito que cosechó el Cacique de La Junta se reflejan en su cuantiosa fortuna. Diomedes Díaz no solo fue un prolífico creador de éxitos vallenatos, sino también un astuto hombre de negocios. Su patrimonio incluía aproximadamente 20 casas, una finca de mil hectáreas y más de 1.200 cabezas de ganado. Sin embargo, la tarea de tasar y dividir estos bienes ha sido un verdadero dolor de cabeza para sus herederos, quienes se han visto envueltos en una maraña de reclamos y litigios.
La situación se complica aún más al considerar que no todos los bienes estaban a nombre del artista, lo que ha generado incertidumbre y disputas entre los involucrados. En 2016, el Juzgado Tercero de Familia de Valledupar estimó los bienes de Díaz Maestre en más de 1.500 millones de pesos, una cifra que, aunque considerable, parece no reflejar la totalidad de su legado.
La última esposa de Diomedes, Consuelo Martínez, recibió el 50% de la herencia, mientras que el resto se destinó a ser repartido entre sus numerosos hijos. Sin embargo, Patricia Acosta, primera pareja de Díaz y madre de varios de sus hijos, reclamó una parte de la herencia, argumentando su papel en los inicios de la carrera artística del cantante y su estatus de esposa legal durante más de 17 años.
Más allá de los bienes tangibles, el legado musical de Diomedes Díaz sigue generando ingresos significativos. Con 183 canciones registradas en Sayco y 36 producciones discográficas, las regalías por la reproducción de su música en plataformas digitales, radio y televisión, así como la venta de mercancía y otros negocios relacionados con su vida y obra, continúan fluyendo. Según la ley, sus herederos tienen derecho a recibir estas ganancias por 80 años tras su fallecimiento, lo que significa que hasta el 2093, el Cacique seguirá siendo una fuente de ingresos.
Consuelo Martínez ha confirmado que los hijos de Diomedes ya han comenzado a recibir las regalías correspondientes, aunque el proceso con otras casas discográficas, como Sony Music, sigue pendiente. La disquera, que distribuye las producciones musicales del cantante, enfrenta un pleito jurídico con los herederos debido a un adelanto económico que Diomedes solicitó antes de su muerte y que no alcanzó a cubrir con sus producciones.
El hermetismo rodea la situación actual de la deuda con Sony Music, pero lo que es indiscutible es el éxito continuado de la música de Diomedes Díaz. En vida, vendió más de 12 millones de copias de sus trabajos y, hoy en día, plataformas como Spotify, Deezer y YouTube reportan ingresos anuales cercanos a los mil millones de pesos por reproducciones, lo que se traduce en regalías para sus herederos.
La historia de Diomedes Díaz y su herencia es un reflejo de su vida: intensa, compleja y llena de pasión. A medida que los años pasan, su música sigue resonando en los corazones de sus seguidores, mientras que la batalla por su legado material continúa en los tribunales. El Cacique de La Junta, aunque ausente, sigue siendo el epicentro de una historia que, como sus canciones, se cuenta con amor, desamor y una pizca de eternidad.
