Wilson Mora Cadena, conocido como el “Reyezuelo” de la Terminal de Transportes de Bucaramanga, ha sido señalado por el fiscal 5 de Bucaramanga como un “Señor Feudal cobrador de impuestos para su corona”. Durante su gestión como gerente de la Terminal de Transportes, entre 2014 y 2016, Mora Cadena habría liderado una organización criminal denominada los “Cargaladrillos”, cuyo objetivo principal era recolectar dinero para su campaña al concejo de Bucaramanga en el periodo 2016 -2019. En dicha campaña, obtuvo la segunda mejor votación con 8.669 sufragios.
Según el fiscal, Mora Cadena se consideraba el “Señor Feudal del área metropolitana”, y su principal interés era ejercer el poder político. Además de ser administrador, se erigía como juez y cobrador de impuestos para su corona, con el único propósito de lucrarse. El fiscal argumentó que Mora Cadena no respetó la regulación sistemática de la Terminal de Transportes de Bucaramanga y, por el contrario, se apartó del servicio público descrito en el objeto social. En otras palabras, dirigió y encabezó a todos los que de alguna forma tenían injerencia con su liderazgo para que participaran en el concierto para delinquir.
El exgerente de la Terminal de Transportes de Bucaramanga habría destinado 20 millones de pesos del dinero de la Terminal para la compra de 1087 líneas telefónicas que utilizó para su campaña al concejo de Bucaramanga. Además, se le acusa de haber utilizado más de 6 millones de pesos para financiar un viaje a Santa Marta de un particular que no tenía ninguna relación con la empresa de transporte que dirigía.
Debido a las irregularidades cometidas durante ese periodo, la fiscalía dictó orden de captura contra 11 personas, entre ellas Wilson Mora Cadena, varios integrantes de su junta directiva y personal cercano a su despacho. Actualmente, 9 personas han sido capturadas y presentadas ante un juez de control de garantías por el presunto delito de Concierto para Delinquir.
La Fiscalía ha bautizado a este grupo como “Los Cargaladrillos”, en referencia al cartel de corrupción que operaba en la Terminal de Transportes de Bucaramanga. Este caso pone de manifiesto la necesidad de una mayor supervisión y control en las instituciones públicas para evitar la corrupción y garantizar la transparencia en la gestión de los recursos públicos.
Es importante destacar que la corrupción no solo afecta a la economía de un país, sino que también socava la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y en la democracia. Por lo tanto, es fundamental que se tomen medidas para prevenir y sancionar estos actos, y que se promueva una cultura de integridad y responsabilidad en el servicio público.
En este sentido, es necesario que se fortalezcan los mecanismos de control y se promueva la transparencia en la gestión pública. Asimismo, es fundamental que se sancione de manera ejemplar a aquellos que cometan actos de corrupción, para enviar un mensaje claro de que estos comportamientos no serán tolerados.
Por último, es esencial que los ciudadanos participen activamente en la vigilancia de la gestión pública y denuncien cualquier acto de corrupción. Solo así se podrá erradicar este flagelo que tanto daño hace a nuestra sociedad.