El primer semestre de 2024 ha sido un periodo de contrastes en términos de recaudación tributaria en el país. Según datos de la Contraloría, se han recaudado $126,63 billones por concepto de impuestos, lo que representa el 40 % de los $315,86 billones de ingresos tributarios presupuestados para el año. Este monto supera la caída observada en el primer semestre de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 impactó fuertemente la economía.
El reporte de ejecución de ingresos del Presupuesto General de la Nación (PGN) al cierre del primer semestre de 2024 revela que se han realizado modificaciones al aforo aprobado por el Congreso de la República por $0,78 billones. Esto ha llevado la estimación vigente de ingresos para 2024 a $503,38 billones. Sin embargo, la Contraloría alerta que todavía no se han incorporado en el PGN los recortes anunciados por el Ministerio de Hacienda.
Una de las modificaciones más significativas ha sido la recomposición de los recursos de capital de la Nación. Se han disminuido los otros recursos de capital en $17,46 billones y se han aumentado los recursos de crédito interno en el mismo monto. Esto indica un endeudamiento interno mayor al inicialmente estimado.
El Presupuesto General incluye una meta de recaudo tributario de $315,86 billones, que contrasta con la meta establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024, de $258,60 billones. En total, el Ministerio de Hacienda ha reducido la meta de recaudo tributario para 2024 en $57,26 billones, aunque esta reducción aún no se ha reflejado en el reporte presupuestal.
La Contraloría explica que las razones detrás de esta disminución incluyen la caída en el recaudo de cuotas de renta e impuestos externos. Además, la gestión de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) para reducir la evasión tributaria aún no ha rendido los resultados esperados.
En el primer semestre de 2024, se han recaudado $215,81 billones, con devoluciones por $2,43 billones, generando un recaudo efectivo neto de $213,38 billones. Este monto es nominalmente inferior en 0,3 % al mismo periodo de 2023. Las estimaciones de la Contraloría apuntan a que este recaudo neto en efectivo corresponde al 42,4 % del aforo vigente a junio.
Los ingresos netos de la Nación llegaron a $196,66 billones, lo que representa el 41,3 % de la meta anual. Por otro lado, los ingresos propios de los Establecimientos Públicos alcanzaron $16,72 billones, lo que equivale al 62,3 % de la meta anual. Hasta junio, por concepto de ingresos tributarios, se han recaudado $129,01 billones, con devoluciones por $2,38 billones, lo que generó un recaudo efectivo neto de $126,63 billones.
Los recaudos tributarios efectivos netos representaron el 59,3 % de los ingresos presupuestales totales y el 64,4 % de los recursos de la Nación recaudados. Respecto al aforo vigente por ingresos tributarios, el recaudo a junio de 2024 muestra un nivel de ejecución del 40,1 %. En comparación con el recaudo del primer semestre de 2023, los ingresos tributarios presentan una disminución de $15,82 billones.
La caída en términos reales del recaudo tributario en el primer semestre de 2024, que es del 17 %, supera la caída observada en el primer semestre de 2020, que fue del 13 %. Este dato es preocupante, ya que refleja una desaceleración económica más pronunciada que la vivida durante la pandemia.
La situación actual plantea varios retos para el gobierno y las autoridades fiscales. Por un lado, la necesidad de ajustar el presupuesto y las metas de recaudo para reflejar la realidad económica. Por otro lado, la urgencia de implementar medidas efectivas para combatir la evasión tributaria y mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos.
Además, el aumento del endeudamiento interno es un tema que no puede ser ignorado. Aunque puede ser una solución a corto plazo para cubrir las necesidades fiscales, a largo plazo puede generar problemas de sostenibilidad de la deuda y afectar la estabilidad económica del país.
En este contexto, es crucial que el gobierno y las autoridades fiscales trabajen de manera coordinada para enfrentar estos desafíos. La transparencia en la gestión de los recursos y la rendición de cuentas son fundamentales para mantener la confianza de los ciudadanos y garantizar una administración eficiente y responsable de los recursos públicos.
