A partir del 1 de noviembre de 2024, Colombia inicia una nueva era en su administración fiscal con la implementación obligatoria de la facturación electrónica en sectores clave. Esta medida, regulada por la Resolución 000119 de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), busca modernizar el sistema tributario, reducir la evasión fiscal y simplificar los procesos de auditoría. La transición a la facturación electrónica no solo representa un cambio tecnológico, sino también un paso significativo hacia la transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos del país.
La normativa abarca una amplia gama de servicios y documentos que forman parte de la vida cotidiana de los colombianos. A partir de ahora, las facturas de servicios públicos, como agua, energía y gas, se enviarán exclusivamente por correo electrónico. Esto facilitará el control de pagos y permitirá a los usuarios acceder a sus documentos de manera más eficiente. Además, los tiquetes de transporte, tanto aéreo como terrestre, se emitirán digitalmente, lo que simplificará el proceso de compra y reducirá el uso de papel. Los extractos bancarios también se enviarán de forma digital, mejorando la seguridad y permitiendo una mejor organización financiera. Por último, las boletas de cine y eventos culturales se emitirán electrónicamente, mejorando la experiencia de entrada y reduciendo el riesgo de falsificaciones.
La adopción de la facturación electrónica trae consigo múltiples beneficios tanto para las empresas como para los consumidores. En primer lugar, se espera una reducción significativa de costos. Según el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), la digitalización puede reducir los costos hasta en un 80 %. Esto se debe a la eliminación de gastos asociados con la impresión y el envío físico de documentos. Además, los documentos electrónicos estarán disponibles en línea de manera permanente, lo que permitirá a los usuarios recuperarlos cuando lo necesiten y mantener un archivo digital más ordenado.
Otro beneficio importante es la validación en tiempo real de las facturas. La DIAN revisará cada documento antes de su entrega al usuario, asegurando que cumpla con los requisitos fiscales y evitando posibles errores o fraudes. Esta verificación inmediata no solo garantiza el cumplimiento tributario, sino que también ayuda a reducir la evasión de impuestos. Además, la disminución en el uso de papel contribuye a la sostenibilidad ambiental, reduciendo el impacto ecológico del país.
Sin embargo, la implementación de la facturación electrónica no está exenta de desafíos. La DIAN ha advertido que las empresas que no adopten el sistema enfrentarán sanciones severas. Los comercios que no emitan factura electrónica podrán recibir multas de hasta $44 millones. En casos extremos, aquellos negocios que continúen emitiendo documentos no electrónicos podrían enfrentarse a un cierre temporal hasta cumplir con la normativa. Este enfoque riguroso busca asegurar que todas las empresas se alineen con el nuevo sistema y contribuyan al objetivo de mejorar la transparencia fiscal.
La implementación de la facturación electrónica, inicialmente programada para agosto de 2024, se aplazó hasta noviembre para dar tiempo a las empresas de ajustarse a la normativa. Según la DIAN, esta medida no solo optimiza el proceso fiscal, sino que también facilita el control en el comercio nacional. Cecilia Rico, directora de Gestión de Impuestos de la DIAN, explicó que durante el año se han realizado 86.234 visitas pedagógicas para educar a los comerciantes sobre la importancia de emitir facturas electrónicas. Estas visitas se centraron especialmente en comercios con baja frecuencia de facturación, donde se encontró que el 18 % no cumplía con los requisitos.
Hasta la fecha, la DIAN reporta que de las 1.532 empresas de juegos de azar y transporte aéreo obligadas a cumplir, 1.071 ya implementaron el sistema, aunque 461 aún están pendientes de adoptar el nuevo modelo. Este esfuerzo por parte de la DIAN refleja un compromiso por mejorar la transparencia fiscal y fomentar el control en el comercio nacional. La adopción de la facturación electrónica es parte de un esfuerzo más amplio por modernizar el sistema tributario y asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales.