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El reciente decreto 0532, promulgado el 29 de abril de 2024, marca un hito en la historia de Colombia al establecer formalmente el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (SNB). Este sistema surge como una respuesta integral a una de las problemáticas más dolorosas y persistentes en el país: la desaparición forzada de personas en el contexto del conflicto armado. La creación del SNB no solo refleja el compromiso del gobierno de Gustavo con las víctimas y sus familias, sino que también representa un esfuerzo colaborativo entre diversas entidades gubernamentales, organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional.

La financiación, el fortalecimiento y el respaldo en la labor de búsqueda de personas desaparecidas son los pilares sobre los que se asienta este sistema, cuya inclusión en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 subraya su importancia estratégica. La articulación de esfuerzos entre el Ministerio del Interior, el Ministerio de Justicia, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), la Fiscalía, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Unidad de Víctimas, Medicina Legal, la Defensoría del Pueblo, y el apoyo de organismos internacionales como la Cruz Roja Colombiana, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y la Misión de Verificación de la ONU, es fundamental para el éxito de este ambicioso proyecto.

El SNB se propone agilizar las respuestas a las víctimas, garantizando sus derechos a la verdad y a la reparación. Una de las medidas más destacadas es la creación y acceso a bancos de perfiles genéticos de desaparecidos, lo que permitirá avanzar en la identificación de más de 10.000 cuerpos que, hasta ahora, han permanecido sin identificar debido a la saturación de Medicina Legal. Este esfuerzo se complementará con la creación de laboratorios de antropología o genética en universidades o entidades privadas, una iniciativa que busca superar las limitaciones actuales y facilitar el proceso de identificación.

La estructura del SNB, compuesta por comisiones intersectoriales y asesoras, así como comités técnicos y territoriales, refleja la complejidad y la necesidad de una aproximación multidisciplinaria y coordinada para abordar el desafío de las desapariciones forzadas. La inclusión de representantes de diversas entidades gubernamentales y organizaciones internacionales en su estructura garantiza una visión amplia y comprometida con los derechos humanos.

La visita a Buenaventura y el encuentro con representantes de organizaciones afrocolombianas e indígenas de Chocó, Cauca, Valle y Nariño, algunos de ellos familiares de víctimas de desaparición forzada, subraya la importancia de escuchar y trabajar de la mano con las comunidades más afectadas por este flagelo. Este diálogo directo es esencial para entender las necesidades específicas de las víctimas y sus familias, y para construir políticas públicas que respondan efectivamente a estas necesidades.

El anuncio oficial del SNB, previsto para el próximo 2 de mayo, es esperado con gran expectativa por las víctimas, sus familias y la sociedad colombiana en general. Este sistema representa una luz de esperanza en la larga y dolorosa búsqueda de miles de desaparecidos en el país. Con 90.088 personas aún desaparecidas, según registros de la UBPD, la tarea que tiene por delante el SNB es monumental. Sin embargo, la creación de este sistema es un paso crucial hacia la reconciliación y la paz en Colombia, y un testimonio del compromiso del país con los derechos humanos y la justicia.

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