Colombia se prepara para defender su invicto y el segundo lugar en la tabla de la eliminatoria. Este jueves, el equipo enfrentará un desafío significativo en el estadio Municipal de Villa Ingenio, en El Alto, Bolivia. Este estadio es conocido por ser el más alto del mundo en partidos oficiales, situado a 4.150 metros sobre el nivel del mar. El ambiente es tenso y no solo por la altitud.
El equipo de Néstor Lorenzo se enfrentará a una selección boliviana que llega con confianza. Recientemente, Bolivia logró una victoria contundente de 4-0 contra Venezuela en el mismo estadio. Este resultado les ha dado un impulso significativo, permitiéndoles ganar como visitantes en las clasificatorias por primera vez desde 1993. Desde esa altura, los bolivianos han mostrado una actitud desafiante.
El pasado 15 de junio, Colombia goleó 3-0 a Bolivia. Sin embargo, Lorenzo ha optado por no responder a las provocaciones verbales. Sabe que su responsabilidad y la de su equipo se centran en el rendimiento en el campo. A pesar de las dificultades, el equipo colombiano tiene una nómina fuerte que le da opciones para obtener puntos.
Las condiciones han cambiado para Colombia desde su llegada a Bolivia. Lorenzo no ha permanecido en silencio ante estas circunstancias. “Son circunstancias aisladas. Estamos felices en Cochabamba. Hay gente que quiere ganar a cualquier costo y que hace cosas indebidas. Nuestro preparador físico tuvo que venir dos veces a Bolivia porque acordó una cosa acá y le cambiaron toda la logística, eso muestra de entrada que nos quisieron complicar”, dijo. El enfoque está en el partido y en lo que sucederá en el campo. Lorenzo enfatizó que no se detendrán a quejarse de las adversidades que han enfrentado.
Además, Lorenzo denunció que sus entrenamientos fueron espiados, algo que le molestó profundamente. “Es lamentable que te manden a espiar, no sé de dónde salió o quién era, pero lo identificamos. Tenemos fotos y haremos la denuncia del caso en donde corresponda”, insistió. Esta situación ha añadido una capa adicional de tensión al encuentro.
Lorenzo está enfocado en el juego, en mantener la posición en la tabla y en asegurar la clasificación lo antes posible. “El mensaje es el de siempre, debemos salir a ser protagonistas. Cada partido es una historia distinta, Colombia viene a jugar y a ganar”, señaló. La altitud es un factor importante, y Lorenzo es consciente de los desafíos físicos que representa. “La parte física es importante en esa altura. No es fácil, hay jugadores que llegaron ayer y no han podido entrenar. Estamos trabajando con los médicos para atenuar esos efectos que pueden causar ahogo”, explicó.
Colombia solo ha perdido una vez en Bolivia, en 2003. El equipo busca mantener esa racha positiva. La historia y las estadísticas están de su lado, pero el desafío es real. La altitud, las tácticas del equipo local y las circunstancias externas complican el panorama. Sin embargo, la determinación de Lorenzo y su equipo es clara: salir al campo, jugar su juego y buscar la victoria.
