La vida de un atleta profesional está repleta de desafíos y sacrificios, y la historia de Catalina Usme es un testimonio conmovedor de esta realidad. En una entrevista exclusiva con ‘Los Informantes’ , Usme compartió un episodio que pone de manifiesto la delgada línea entre la pasión por el deporte y los riesgos inherentes a su práctica. La jugadora, que se ha convertido en un referente del fútbol femenino en Colombia, relató cómo un incidente en la cancha casi le cuesta la vida, un suceso que, sin duda, dejó una huella imborrable en su carrera y en su percepción sobre la vida y la muerte.
Catalina Usme, con una filosofía de vida que se refleja en su juego, nos recuerda que la determinación y el amor por lo que se hace pueden llevar a una persona a límites insospechados. “Cuando entro a una cancha, tengo claro que la única manera de que me saquen es en una camilla y directo a una clínica”, afirmó con una mezcla de valentía y compromiso. Esta declaración no es solo una metáfora, sino una realidad que vivió en carne propia durante un partido con la Selección Colombia en Chile, donde un golpe la dejó inconsciente y necesitó ser reanimada en el mismo terreno de juego.
El incidente, que podría haber terminado en tragedia, revela la vulnerabilidad de los atletas a pesar de su aparente fortaleza. Usme, que asegura haber nacido en un terreno de juego y espera morir en uno, enfrentó ese momento con la misma tenacidad con la que enfrenta cada partido. “Tuve un evento, con la Selección Colombia, en Chile, donde me tienen que reanimar en la cancha. Caí desplomada de un codazo en la cabeza y perdí el conocimiento”, narró con una serenidad que contrasta con la gravedad del hecho.
La reacción de su madre, Luz Marina Pineda, ante la noticia de este suceso, es un reflejo del amor y la comprensión que solo una madre puede tener hacia la pasión de su hija. La conversación entre Catalina y su madre tras el incidente es un diálogo sobre la vida, la muerte y la felicidad que subraya la importancia de vivir haciendo lo que se ama. “El día que me muera, si me pasa en una cancha, entiérrenme feliz porque eso es el significado de que me morí feliz, haciendo lo que me gusta y amo”, compartió Usme sobre su conversación con su madre.
La resiliencia de Catalina Usme es un ejemplo para muchos, y su historia es una inspiración para seguir adelante a pesar de los obstáculos. Su compromiso con el deporte y su actitud frente a la vida son dignos de admiración. A pesar del miedo y la incertidumbre que un evento de tal magnitud puede generar, Usme continúa adelante, enfocada en sus próximos objetivos, como la Copa Oro Femenina de la Concacaf y los Juegos Olímpicos de París 2024.
La magia, técnica y calidad de Catalina Usme seguirán siendo un baluarte para la Selección Colombia femenina, y su historia nos recuerda que detrás de cada atleta hay una persona con sueños, miedos y una inquebrantable pasión por su disciplina. Su relato no solo es un testimonio de su fortaleza, sino también una invitación a reflexionar sobre la importancia de perseguir nuestras pasiones con todo el corazón, incluso cuando ello implique enfrentar riesgos. La vida de Catalina Usme, dentro y fuera de la cancha, es una narrativa de superación, amor por el juego y una inmensurable fuerza de voluntad que nos inspira a todos.