La madrugada del viernes, 16 de junio, en el municipio de Mosquera, Cundinamarca, cerca de Bogotá, un trágico incidente dejó a tres personas sin vida. El reconocido comerciante local de cárnicos, Carlos Suret Sánchez, conducía su automóvil en compañía de su hermano y su cuñada, tras salir de la planta de producción, cuando fueron abordados por dos delincuentes en moto. Los individuos dispararon en repetidas ocasiones, lo que produjo que el comerciante perdiera el control y terminara cayendo al río Bogotá. Este acto violento fue una maniobra para asesinarlo, ya que el comerciante había denunciado amenazas previamente.
La comunidad se unió para rescatar a las víctimas y trasladarlas a un centro hospitalario para recibir atención médica debido a las heridas sufridas. Sin embargo, el comerciante y su hermano perdieron la vida a causa de los disparos contra el automotor, mientras que la cuñada de Suret Sánchez resultó herida y se desconoce su estado de salud actual. En su intento de escapar, los delincuentes asesinaron a un vigilante del frigorífico que trató de detenerlos, sumando así una tercera víctima mortal a este trágico suceso.
La Seccional de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación lograron desarticular la organización criminal conocida como Los Pegasos, dedicada al hurto de establecimientos comerciales en la localidad de Barrios Unidos, especialmente en restaurantes y bares. Durante el operativo, se llevaron a cabo cuatro capturas mediante órdenes judiciales, lo que permitió neutralizar a los principales responsables de los actos delictivos cometidos en la localidad.
La célula que operaba en Barrios Unidos pertenecía a la estructura delincuencial que tenía influencia en Chapinero, Engativá y Puente Aranda, y se dedicaba al hurto a personas y comercios, utilizando armas de fuego en modalidad de atraco. Dos de los capturados son de nacionalidad colombiana, mientras que los otros dos son de nacionalidad venezolana, lo que destaca la necesidad de un trabajo conjunto y coordinado entre las autoridades ante el fortalecimiento de las acciones criminales entre delincuentes de ambos países.
Es importante mencionar que uno de los detenidos tenía una orden de captura vigente por el delito de hurto, lo que demuestra su participación continua en actividades ilícitas y la importancia de su detención para combatir la impunidad. Asimismo, los cuatro capturados tienen antecedentes registrados en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) por delitos de hurto y concierto para delinquir.
Estos hechos lamentables evidencian la necesidad de un trabajo conjunto y coordinado entre las autoridades para combatir el crimen organizado y proteger a la comunidad. La Policía Metropolitana junto con la Fiscalía General de la Nación continuarán trabajando en conjunto para esclarecer los hechos y llevar a cabo una exhaustiva investigación.