Canadá ha decidido endurecer su política migratoria, especialmente en lo que respecta a los trabajos temporales. Este cambio se produce en un contexto de considerable crecimiento demográfico y un aumento en la tasa de desempleo. Las nuevas reglas restablecen la prohibición de conceder permisos a trabajadores extranjeros temporales en empleos de baja remuneración en ciudades con una tasa de desempleo del 6% o superior.
El lunes, el gobierno canadiense anunció un paquete de reglas más estrictas como parte de un cambio de rumbo en su política de inmigración. Estas reglas buscan reducir la entrada de trabajadores extranjeros temporales. El ministro de Inmigración, Marc Miller, explicó en una rueda de prensa que las normas de inmigración deben tener “sentido en la economía actual para los canadienses, pero también para el mercado laboral, que sigue contrayéndose”. Además, advirtió que no dudarán en tomar medidas adicionales si es necesario.
El crecimiento demográfico de Canadá ha sido notable. El país ha registrado su mayor aumento poblacional en más de medio siglo, impulsado principalmente por la inmigración. Con una población que ya supera los 40 millones de personas, el desempleo también ha aumentado. Este incremento en la población ha ejercido una intensa presión sobre la vivienda y los servicios sociales.
En el pasado, Ottawa había aceptado las demandas de las empresas de aumentar el acceso al programa de trabajadores extranjeros temporales. Las compañías se esforzaban por cubrir las vacantes de empleo cuando la economía despegó tras las restricciones de la pandemia de covid-19. En respuesta, el gobierno casi duplicó el número de trabajadores extranjeros temporales admitidos en el país y amplió sus reglas para permitir la actividad en sectores como el de comida rápida. Anteriormente, la mayoría de estos trabajadores se empleaban en la industria agrícola.
Sin embargo, la tasa de desempleo de Canadá el año pasado subió al 6,4%. Este aumento, junto con el crecimiento demográfico, ha llevado al gobierno a reconsiderar su política. El ministro de Empleo, Randy Boissonnault, afirmó que quieren asegurarse de que los canadienses tengan acceso a esos empleos y erradicar los abusos en el programa de trabajadores extranjeros temporales.
Entre las nuevas reglas anunciadas, los permisos para trabajos con salarios bajos se emitirán por solo un año, en lugar de dos años. Sin embargo, estarán exentos los sectores de agricultura, atención sanitaria y construcción. Estas nuevas normas entrarán en vigor el 26 de septiembre.
La decisión de endurecer la política migratoria ha generado diversas reacciones. Por un lado, algunos sectores empresariales han expresado su preocupación. Argumentan que la reducción en la entrada de trabajadores extranjeros temporales podría afectar la capacidad de las empresas para cubrir vacantes. Especialmente en sectores que dependen en gran medida de esta mano de obra, como el de comida rápida y el de servicios.
Por otro lado, hay quienes apoyan la medida. Consideran que es necesario priorizar el empleo para los ciudadanos canadienses, especialmente en un contexto de aumento del desempleo. Además, señalan que la medida podría ayudar a reducir la presión sobre la vivienda y los servicios sociales.
El debate sobre la política migratoria de Canadá no es nuevo. A lo largo de los años, el país ha sido conocido por su generosa política de inmigración. Sin embargo, el contexto actual ha llevado al gobierno a reconsiderar su enfoque. La pregunta que muchos se hacen es si estas nuevas medidas serán suficientes para abordar los desafíos actuales.
