En un giro político que ha capturado la atención internacional, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se autoproclamó ganador de las recientes elecciones presidenciales, afirmando haber obtenido “más del 85 % de los votos”. Esta declaración se produjo en un momento en que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aún no ha finalizado el conteo oficial, el cual avanza con el 31,49 % de las actas escrutadas. A pesar de la falta de resultados oficiales, varios países han extendido ya sus felicitaciones al mandatario, anticipando su reelección.
Entre los primeros en felicitar a Bukele se encuentra el Gobierno de Perú, que a través de un mensaje en X (anteriormente conocido como Twitter) difundido por la Cancillería, celebró el “importante triunfo” del presidente salvadoreño. Este mensaje también subrayó el compromiso de Perú de continuar trabajando conjuntamente en proyectos de cooperación. De manera similar, Ecuador expresó su reconocimiento al pueblo salvadoreño por su actitud cívica y democrática durante el proceso electoral, prometiendo impulsar una agenda bilateral de cooperación y amistad.
México no se quedó atrás, con la canciller Alicia Bárcena destacando la naturaleza “exitosa y pacífica” de la jornada electoral y reafirmando el esfuerzo de cooperación entre ambos países. Por otro lado, China calificó el resultado de los comicios como un “triunfo histórico”, reflejando el estrechamiento de lazos entre ambas naciones desde el inicio del mandato de Bukele, especialmente en términos de financiación de obras en El Salvador. La embajada china en el país centroamericano prometió fortalecer aún más la amistad y cooperación bilateral.
Otros líderes regionales, como el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, y el mandatario paraguayo, Santiago Peña, también enviaron mensajes de felicitación, destacando la importancia de la cooperación y el desarrollo pacífico entre las naciones.
Sin embargo, no todos los comentarios internacionales han sido de felicitación. Desde Alemania, se ha hecho eco de la cautela, señalando que, aunque los electores parecen haberse decidido por Bukele, el conteo oficial aún no ha concluido. Katrin Deschauer, portavoz del Ministerio de Exteriores alemán, instó al presidente a garantizar el respeto a los derechos humanos en su lucha contra la criminalidad, reflejando una postura más reservada respecto a los resultados electorales preliminares.
Este escenario plantea diversas interrogantes sobre la legitimidad de la autoproclamación de Bukele y las implicaciones de las felicitaciones internacionales antes de la confirmación oficial de los resultados. Además, resalta la importancia de la diplomacia y las relaciones internacionales en el contexto de procesos electorales, donde el equilibrio entre el reconocimiento prematuro y el apoyo a la democracia se convierte en un tema delicado.
La situación en El Salvador, con Bukele a la cabeza, promete seguir siendo un punto focal de interés internacional, no solo por el desenlace final del conteo electoral, sino también por cómo se manejarán las relaciones exteriores y los desafíos internos en un nuevo mandato presidencial. La comunidad internacional permanece atenta, esperando el desarrollo de los acontecimientos y la publicación de los resultados oficiales, que determinarán el futuro político de El Salvador.
