Carlos Fernando Galán

Desde el lunes 12 de febrero, los habitantes de Bogotá enfrentan un nuevo escenario en su cotidianidad: el incremento en el costo del transporte público. Este ajuste tarifario, anunciado por la administración distrital desde inicios de año, ha unificado las tarifas para TransMilenio y el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) en 2.950 pesos. Este cambio, aunque leve, ha generado diversas reacciones entre los usuarios del sistema.

María Fernanda Ortiz, gerente de TransMilenio, ha enfatizado la importancia de la colaboración ciudadana para mantener esta tarifa. “Esta Administración se la juega por la confianza en sus ciudadanos y, en ese sentido, para mantener la tarifa en los 2.950 pesos se requiere el compromiso de los usuarios con el pago del pasaje. Juntos podemos lograr la sostenibilidad de nuestro sistema integrado de transporte”, declaró. Este llamado a la responsabilidad compartida subraya la necesidad de un esfuerzo colectivo para asegurar la viabilidad financiera del sistema de transporte.

A pesar del aumento, se ha precisado que los transbordos entre diferentes medios del sistema no tendrán costo adicional, una medida que busca aliviar el impacto del ajuste tarifario en el bolsillo de los usuarios. Además, se mantienen los beneficios tarifarios para las personas mayores y aquellos que se encuentran en los grupos A1 a B7 del Sisbén IV, quienes pagarán una tarifa unificada de 2.500 pesos. Asimismo, las personas con discapacidad recibirán un subsidio de 29.500 pesos mensuales, lo que representa un descuento del 40% en 25 viajes.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha reiterado su compromiso de no aumentar la tarifa troncal de TransMilenio, una promesa que hizo durante su campaña electoral y que ahora se materializa. “El pasaje de TransMilenio no subirá. Hemos tomado la decisión de congelar la tarifa troncal de TransMilenio en 2.950 pesos. Fue un compromiso de campaña y hoy es una realidad. Queremos que la gente en Bogotá siga usando el transporte público”, afirmó Galán. Esta decisión refleja un esfuerzo por preservar la accesibilidad al transporte público, considerando su papel fundamental en la movilidad urbana.

Sin embargo, el alcalde también ha sido claro en señalar que la sostenibilidad de estas medidas depende de la cooperación de todos los actores involucrados. Ha hecho un llamado a los usuarios para que eviten evadir el pago del pasaje y ha destacado la necesidad de apoyo por parte del Gobierno nacional en la financiación del sistema. “El Distrito está haciendo un gran esfuerzo para no afectar el bolsillo de los bogotanos, y asumimos el compromiso de mejorar la seguridad y la calidad del servicio, pero necesitamos ayuda de todos: del Gobierno nacional en la financiación y de la ciudadanía en cuidar el sistema y no evadir el pago del pasaje”, señaló Galán. Además, ha anunciado que en seis meses se revisarán estas medidas, y si se logra reducir la evasión del pago y se confirma el apoyo gubernamental, será posible mantener las tarifas actuales.

Este panorama tarifario en el transporte público de Bogotá plantea un desafío colectivo. La administración distrital ha tomado medidas para mitigar el impacto del ajuste tarifario en los usuarios, especialmente en los más vulnerables, y ha hecho un llamado a la responsabilidad ciudadana y al apoyo gubernamental. La sostenibilidad del sistema de transporte público, esencial para la movilidad urbana, depende de un esfuerzo conjunto que involucra a todos los actores de la sociedad.

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