En la capital colombiana, Bogotá, se ha desatado una ola de calor que ha llevado a la ciudad a enfrentar una serie de incendios forestales. Los cerros orientales, un emblemático pulmón verde de la ciudad, y la localidad de Usme se han visto afectados por conflagraciones que han puesto en alerta a las autoridades y a la población.
El fenómeno de El Niño, caracterizado por periodos de sequía y altas temperaturas, ha exacerbado la situación, llevando a días soleados con poca nubosidad. En este contexto, se reportó un incendio en la localidad de Chapinero, específicamente en la intersección de la avenida Circunvalar con calle 66. Las imágenes compartidas por los ciudadanos en redes sociales mostraban una columna de humo que se elevaba y era visible desde distintos puntos de la ciudad.
La respuesta de los organismos de emergencia no se hizo esperar. El Cuerpo de Bomberos y la Brigada Forestal se movilizaron rápidamente para atender la emergencia. “Nuestros bomberos de las estaciones Centro Histórico, Chapinero y Puente Aranda, con el apoyo de la Brigada Forestal, controlan un incendio forestal en inmediaciones de la Av. Circunvalar con Calle 66”, comunicaron los Bomberos Oficiales de Bogotá a través de la red social X.
El uso de tecnología ha sido fundamental en la gestión de esta crisis. El Sistema de Aeronaves Remotamente Tripuladas (SART) ha desplegado drones para realizar un monitoreo aéreo, permitiendo una evaluación precisa del área afectada y ayudando a dirigir los esfuerzos de contención del fuego.
La comunidad ha jugado un rol crucial, manteniéndose informada y compartiendo actualizaciones a través de las redes sociales. Esta participación ciudadana ha sido vital para la rápida respuesta de los servicios de emergencia y para seguir las instrucciones de seguridad proporcionadas por los bomberos.
La magnitud del incendio en los cerros orientales ha requerido la colaboración de bomberos de diversas localidades, incluyendo Kennedy, Suba, Bicentenario y Caobos. La Alcaldía ha informado sobre la integración de estos equipos para trabajar conjuntamente en la contención del fuego.
Paralelamente, en la localidad de Usme, se presentó otro incendio cerca de la Avenida Boyacá, en las proximidades del sector Valles de Cafam y el relleno sanitario Doña Juana. Este incidente, que se reportó alrededor de las 10:30 a.m., fue atendido por los Bomberos de Bogotá y, afortunadamente, no dejó heridos. La pronta acción de los bomberos de las estaciones Marichuela y Venecia fue decisiva para controlar las llamas y proteger las zonas residenciales cercanas.
Las autoridades han establecido Puestos de Mando Unificado para supervisar ambas emergencias, asegurando una gestión coordinada y efectiva. A pesar de la alarma generada entre los residentes, no se han reportado víctimas.
La situación en Bogotá es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las ciudades en tiempos de cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos. La rápida intervención y la colaboración entre los cuerpos de emergencia, la administración local y la ciudadanía han sido fundamentales para evitar una tragedia mayor y resaltar la importancia de la preparación y respuesta ante emergencias naturales.