El Volcán Nevado del Ruiz se ha convertido en el centro de atención de las autoridades del departamento de Tolima, Colombia, debido a un notable incremento en su actividad sísmica. Este fenómeno natural ha puesto en alerta a aproximadamente 14 municipios circundantes, cuyos habitantes viven bajo la sombra de este gigante dormido. Ante esta situación, la gobernadora Adriana Magali Matiz lideró un comité extraordinario de gestión del riesgo, donde se discutió la preocupante situación y se tomaron medidas preventivas.
La actividad sísmica, que se ha asociado al fracturamiento de roca al interior del volcán, ha llevado a los alcaldes y coordinadores de Gestión del Riesgo de Desastres a implementar y activar protocolos específicos de respuesta ante una posible erupción. Estas acciones tienen un objetivo claro: prevenir y proteger la vida de miles de ciudadanos que residen tanto en zonas urbanas como rurales.
Andrea Mayorquín, directora de Gestión del Riesgo de Desastres en Tolima, enfatizó la importancia de la preparación constante, dada la naturaleza volcánica del territorio. Además, instó a los municipios afectados a compartir con la comunidad los protocolos de respuesta, incluyendo rutas de evacuación y puntos de encuentro, así como directorios telefónicos de los Consejos de Gestión del Riesgo de Desastres.
La gobernación del Tolima ha asumido la responsabilidad de realizar un monitoreo constante, las 24 horas del día, sobre la actividad del volcán. Han hecho hincapié en que son la única fuente de información oficial, instando a la población a consultar siempre los medios de comunicación de la Gobernación para recibir actualizaciones oportunas y fiables.
El Servicio Geológico Colombiano, en su más reciente boletín, reportó que el Volcán Nevado del Ruiz ha mostrado un comportamiento inestable durante la semana del 26 de diciembre de 2023 al 1 de enero de 2024. Aunque el número de sismos registrados aumentó, la energía sísmica liberada disminuyó, lo cual es un parámetro de interés en el monitoreo de la actividad volcánica.
Los sismos detectados se localizaron principalmente en los flancos oriental y sur-suroccidental del volcán, a distancias de hasta 6 km del cráter Arenas, y en menor medida, en el cráter mismo. La profundidad de estos eventos sísmicos varió entre 1 y 5 km respecto a la cima del volcán, lo que sugiere que el proceso de fracturamiento de roca está ocurriendo relativamente cerca de la superficie.
Este escenario plantea un desafío significativo para las autoridades y la población local. La preparación y la comunicación efectiva son esenciales para garantizar la seguridad y la pronta respuesta en caso de una emergencia volcánica. La comunidad debe estar informada y preparada para actuar de acuerdo con los planes de evacuación y emergencia establecidos, lo que requiere un esfuerzo coordinado y continuo por parte de todos los actores involucrados.
La situación del Volcán Nevado del Ruiz es un recordatorio de la fuerza impredecible de la naturaleza y la necesidad de respetar y entender los signos que nos da. Con la vigilancia constante y la preparación adecuada, se espera que cualquier impacto potencial en las comunidades cercanas pueda ser mitigado. La colaboración entre las autoridades gubernamentales, los organismos de socorro y la población es crucial para navegar con éxito a través de este periodo de incertidumbre.