Los aeropuertos principales de Siria, Damasco y Alepo, quedaron inoperativos tras un bombardeo. Este ataque, atribuido a Israel por los medios oficiales sirios, se produjo un día antes de la visita del canciller del régimen persa. Los bombardeos dañaron las pistas de aterrizaje de ambos aeropuertos, dejándolos fuera de servicio. El ejército israelí, que habitualmente no comenta este tipo de operaciones, tampoco lo hizo en esta ocasión. En el pasado, ha enfatizado su intención de impedir que Irán se establezca cerca de su territorio.
Este hecho ocurre en un contexto de tensión regional, un día antes de la visita del ministro de Asuntos Exteriores iraní a Siria. Durante los ataques, un avión de la línea iraní Mahan Air, que estaba a punto de aterrizar, tuvo que regresar a Teherán. Esta aerolínea ha sido acusada de transportar armas, fondos y agentes de la Guardia Revolucionaria iraní y del grupo terrorista Hezbollah.
Israel ha llevado a cabo ataques a aeropuertos y puertos marítimos en las zonas de Siria controladas por el gobierno. Este parece ser un intento de impedir los envíos de armas desde Irán a grupos militantes respaldados por Teherán. Miles de combatientes de toda la región, apoyados por Irán, se han unido al conflicto sirio, que ya dura 12 años, ayudando a inclinar la balanza a favor de las fuerzas del presidente Bashar al Assad.
Israel ha realizado cientos de ataques contra objetivos dentro de las zonas de Siria controladas por el régimen de Al Assad en los últimos años. Entre estos objetivos se encuentran los aeropuertos de Damasco y Alepo, que han sido blanco de ataques en varias ocasiones. El aeropuerto de Alepo quedó fuera de servicio por bombardeos el 28 de agosto, y el de Damasco, el 2 de enero.
Esta nueva ofensiva se produjo en el sexto día de combates entre el grupo terrorista propalestino Hamas e Israel. Esta guerra comenzó después de que los milicianos penetraran territorio israelí desde la Franja de Gaza el sábado, cometiendo masacres que dejaron más de 1.200 muertos.
Este bombardeo coincide con la visita a Israel del jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken. Ocurrió unas horas después de que el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, llamara a su homólogo sirio, Bashar al Asad, y pidiera a los países árabes e islámicos que cooperen “para atajar los crímenes del régimen sionista contra la nación palestina oprimida”.
La situación en la región es cada vez más tensa y compleja. Los ataques a infraestructuras clave como los aeropuertos, y la implicación de actores regionales e internacionales, hacen que la resolución del conflicto sea cada vez más difícil. La visita del canciller iraní a Siria, y la llamada del presidente de Irán a su homólogo sirio, muestran la implicación de Irán en el conflicto. Por otro lado, la visita del jefe de la diplomacia de Estados Unidos a Israel muestra la preocupación de la comunidad internacional por la escalada de violencia en la región.