La comunidad musical y los aficionados al merengue se encuentran de luto tras la triste noticia del fallecimiento de Janni Viloria, exintegrante del emblemático grupo femenino Las Chicas del Can. La artista, reconocida por su habilidad como bajista, fue parte fundamental de la segunda etapa de la agrupación, que marcó un hito en la música latina. Su legado se extiende más allá de las notas que tocó; se trata de una historia de pasión, dedicación y un impacto cultural que trasciende fronteras.
La carrera de Viloria despegó en 1990 con la fundación del Grupo Mandarina, pero fue su incorporación a Las Chicas del Can dos años después lo que la catapultó al estrellato. La agrupación, conocida por su energía y ritmos contagiosos, se convirtió en un referente del merengue, llevando su música a escenarios internacionales y dejando una huella imborrable en el género.
La noticia de su deceso llegó como un golpe duro para la industria musical. Según el diario dominicano Listín Diario, Viloria fue sometida a una cirugía cerebral que desafortunadamente resultó en complicaciones. A pesar de los esfuerzos médicos, que incluyeron inducirle un coma, la artista no respondió al tratamiento. Su partida deja un vacío en el corazón de sus seres queridos: dos hijos, Jennifer y Brandon; dos nietos; y su esposo, Julio César Cheaz Cuello, también músico y saxofonista.
El impacto de Janni Viloria en la música y en la vida de quienes la rodeaban fue inmenso. Wilfrido Vargas, figura icónica del merengue, expresó su pesar en una publicación de Instagram, destacando el carisma, talento y comprensión musical de Viloria. Su mensaje refleja el sentimiento de una comunidad que ha perdido a uno de sus miembros más queridos y respetados.
El proceso de duelo se llevó a cabo en la funeraria Blandino de Santo Domingo, donde familiares, amigos y admiradores se reunieron para darle el último adiós. El sepelio se realizó en el cementerio Máximo Gómez, cerrando un capítulo en la historia de la música dominicana, pero dejando abierto el legado de Janni Viloria, que seguirá vivo en cada acorde de merengue que resuene en el futuro.
La partida de Janni Viloria no solo representa la pérdida de una gran músico, sino también de una figura que inspiró a muchas mujeres en la industria. Las Chicas del Can rompieron barreras en un género dominado por hombres, y Viloria, con su bajo en mano, fue parte de esa revolución. Su historia es un recordatorio de la importancia de la representación femenina en la música y de la influencia que un grupo de mujeres talentosas puede tener en la cultura popular.
La música de Las Chicas del Can, enriquecida por la contribución de Viloria, seguirá siendo un testimonio de su talento y de los momentos que compartió con sus compañeras de banda y su público. A través de sus canciones, la energía y alegría que caracterizaban a Viloria continuarán animando fiestas y reuniones, manteniendo viva su memoria.
En este momento de duelo, es importante recordar y celebrar la vida y obra de Janni Viloria. Su contribución al merengue y su papel como pionera en la música latina son ejemplos de cómo el arte puede influir y transformar vidas. La comunidad musical, aunque entristecida por su partida, se une en un abrazo colectivo, reconociendo que su legado musical perdurará por generaciones.
