El trágico accidente que cobró la vida de nueve músicos de la orquesta Antología del Folklore ha dejado una profunda herida en la comunidad artística y en la sociedad peruana en general. Este lamentable suceso ocurrió en la madrugada del 22 de julio, cuando el bus que transportaba a los 20 integrantes de la agrupación se despistó y cayó a un abismo de 200 metros de profundidad en la provincia andina de Tarma. El grupo se dirigía a Lima para una presentación, pero el destino les jugó una mala pasada.
El accidente tuvo lugar alrededor de las 04:30 de la mañana, a la altura del kilómetro 20 de la carretera central, en el sector Cochas Bajo, en el tramo de la carretera que conecta Tarma con La Oroya. La Policía Nacional del Perú informó que ocho de los músicos fallecieron en el lugar del siniestro, mientras que la novena víctima murió en el hospital de Tarma, donde había sido trasladada junto con otros diez heridos.
El director del hospital de Tarma, Luis Fernando Correa, confirmó a la emisora RPP que los heridos más graves serán enviados a otros centros médicos debido a la gravedad de sus lesiones. La situación de los heridos es crítica, y las familias de los músicos están viviendo momentos de angustia y desesperación.
En el lugar del accidente, los peritos de tránsito de la comisaría de Tarma están trabajando arduamente para investigar las causas del siniestro y coordinar el remolque del bus. Según las primeras pesquisas, el conductor del vehículo se habría quedado dormido debido al cansancio, lo que habría provocado el despiste y la posterior caída al abismo. Esta hipótesis es respaldada por América Noticias, que ha seguido de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
Un vocero de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) informó que el bus de la empresa La Merced contaba con todos los permisos de circulación y seguros vigentes. Sin embargo, este tipo de accidentes es frecuente en Perú debido a las difíciles condiciones geográficas, el mal estado de las carreteras y el exceso de horas de circulación de los conductores, entre otros factores.
Jhonny Rolando, jefe de la Policía de Carreteras, expresó su preocupación por la recurrencia de estos accidentes. “Es la tercera vez. En Ayacucho tuvimos dos incidentes con muchos fallecidos. Entonces hay que recomendar a las empresas que tienen que instruir a los choferes para conducir a estas horas o de lo contrario que tomen un descanso”, dijo Rolando. Sus palabras reflejan una realidad preocupante que requiere atención urgente por parte de las autoridades y las empresas de transporte.
El accidente de la orquesta Antología del Folklore no solo ha dejado un vacío en la música folclórica peruana, sino que también ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad en el transporte de pasajeros. Las carreteras peruanas, especialmente en las zonas andinas, presentan desafíos significativos debido a su geografía accidentada y a menudo mal mantenida. Además, la presión sobre los conductores para cumplir con horarios estrictos puede llevar a situaciones de fatiga extrema, aumentando el riesgo de accidentes.
Es imperativo que las autoridades tomen medidas concretas para abordar estos problemas. La implementación de controles más estrictos sobre las horas de conducción y descanso de los choferes, así como la mejora de la infraestructura vial, son pasos necesarios para prevenir futuras tragedias. Además, las empresas de transporte deben asumir su responsabilidad en la formación y el bienestar de sus conductores, garantizando que estén en condiciones óptimas para realizar su trabajo de manera segura.
La comunidad artística y la sociedad peruana en general están de luto por la pérdida de estos talentosos músicos. La orquesta Antología del Folklore era conocida por su dedicación a la preservación y difusión de la música tradicional peruana, y su ausencia se sentirá profundamente. Este trágico evento debe servir como un llamado a la acción para mejorar las condiciones de seguridad en el transporte y evitar que más vidas se pierdan en las carreteras del país.
En memoria de los músicos fallecidos, es crucial que se realicen esfuerzos concertados para abordar las causas subyacentes de estos accidentes y garantizar que los viajes por carretera sean seguros para todos. La música folclórica peruana ha perdido a algunos de sus más fervientes defensores, y la mejor manera de honrar su legado es trabajar para que tragedias como esta no se repitan.
