En Colombia, como en muchas partes del mundo, la tierra tiembla todos los días. Aunque la mayoría de estos movimientos telúricos son de baja magnitud y pasan desapercibidos para la población, su presencia constante es un recordatorio de la dinámica y volátil naturaleza de nuestro planeta. Un ejemplo reciente de esta actividad sísmica se registró en Sardinata, Norte de Santander, Colombia, donde se vivió un sismo de magnitud 2.4 M y una profundidad de 368 km a las 05:14 hora local. Este evento, aunque de pequeña magnitud, subraya la importancia de estar preparados ante cualquier eventualidad.
La preparación ante estos fenómenos naturales ha llevado a la implementación de tecnologías avanzadas para alertar a la población. Un gigante tecnológico como Google ha desarrollado una función específica para alertar sobre sismos a través de dispositivos móviles. Esta herramienta es de fácil acceso y configuración, lo que permite a los usuarios estar informados y preparados. Los pasos para activar la alerta de terremotos en el celular son sencillos: primero, acceder a la configuración del teléfono; segundo, seleccionar Seguridad y Emergencia, y luego Alertas de terremotos; y tercero, activar la alerta. Es importante destacar que para que esta función esté operativa, el dispositivo debe estar conectado a internet o a datos móviles.
La percepción de los temblores es un tema que genera curiosidad y, a veces, confusión. Un experto en geología, el profesor universitario Armando Espinoza, explica que existen dos factores principales que influyen en cómo una persona siente un sismo: la ubicación geográfica y la posición del cuerpo en ese momento. Según Espinoza, no es lo mismo estar parado que sentado o acostado, ya que cada posición ofrece una percepción distinta del movimiento telúrico. Además, el lugar donde se encuentre la persona, ya sea en una casa o un edificio, también afecta la manera en que se experimenta el sismo. Las construcciones pueden amplificar o atenuar las sensaciones del movimiento, dependiendo de su diseño y los materiales con los que estén construidas.
La importancia de la preparación y la tecnología en la respuesta a los sismos es indiscutible. La capacidad de recibir alertas tempranas puede marcar la diferencia en la seguridad de las personas. Asimismo, entender cómo nuestra percepción de estos eventos puede variar nos ayuda a comprender mejor nuestras reacciones y a prepararnos de manera adecuada. La educación y la información son herramientas clave en la gestión del riesgo de desastres naturales. A través de la difusión de conocimientos y la implementación de tecnologías avanzadas, podemos fortalecer nuestra resiliencia ante los sismos.