En la noche del 2 de diciembre, un evento que podría cambiar la vida de una persona se materializó en el municipio de Lebrija, Santander. El sorteo 2351 de Baloto, un juego de azar que ha capturado la imaginación de millones, coronó a un nuevo millonario con un premio que asciende a la astronómica suma de $8.000.000.000. La fortuna sonrió a un individuo que, eligiendo la modalidad manual, acertó una combinación ganadora: 11, 14, 16, 18, 19 y la súper balota 15.
Este sorteo no solo destacó por su gran acumulado, sino también por la cantidad de ganadores que dejó a su paso. En total, 22.055 personas se llevaron premios, sumando un monto de $8.167.602.700, una cifra que refleja la magnitud de este evento. La empresa Baloto, bajo la operación del Operador Nacional de Juegos, compartió datos que revelan el impacto económico del juego: desde el 25 de mayo de 2022 hasta la fecha del sorteo, las ventas alcanzaron los $320.946.651.115, incluyendo el IVA.
El juego no solo ha generado emociones y expectativas entre los participantes, sino que también ha tenido un efecto significativo en la economía nacional. Los premios entregados en el mismo periodo sumaron $149.829.693.960, y lo que es más notable, las transferencias al sistema de salud del país ascendieron a $70.144.381.793. Estas cifras son un testimonio del papel que juega Baloto en la financiación de servicios esenciales para la población colombiana.
Desde que el Operador Nacional de Juegos asumió la gestión de Baloto, se han vendido 44.842.175 tiquetes, y se han otorgado 3.348.669 premios. Estos números no solo hablan de la popularidad del juego, sino también de su capacidad para generar ganancias significativas para los jugadores y para el sistema de salud.
Sin embargo, hay un aspecto que los jugadores deben tener en cuenta: el tiempo. Según el artículo 12 de la ley 1393 de 2010, los ganadores tienen un plazo de un año para reclamar su premio. Si no se hace en este tiempo, el derecho a cobrar el premio prescribe y se extingue. Este marco legal establece que la reclamación de premios por cualquier juego tiene un plazo judicial de un año a partir de la presentación del documento de juego para el pago, y este plazo se interrumpe al presentar una demanda.
En el caso de que los premios no sean reclamados, el 75% de los recursos se destinan a unificar los planes de beneficios del Sistema General de Seguridad Social en Salud en los respectivos Departamentos y Distritos, y el 25% restante se utiliza para el control del juego ilegal. Este mecanismo asegura que, incluso cuando los premios no son reclamados, los fondos se utilizan para el bienestar colectivo y la integridad del sistema de juegos de azar.
La historia del ganador de Lebrija es una que seguramente inspirará a muchos a probar su suerte, y mientras tanto, el Baloto continúa siendo un motor económico y social, con un impacto que va más allá de los sueños de fortuna y se extiende hacia el fortalecimiento de la salud pública y la lucha contra la ilegalidad.