El pasado martes el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, afirmó haberse reunido en tres ocasiones con el exjefe guerrillero Iván Márquez, actual comandante de la disidencia de las FARC conocida como Segunda Marquetalia. Estas declaraciones prendieron las alarmas en la Fiscalía General de la Nación, que anunció llamar a indagatoria a Rueda para que explique las circunstancias de los encuentros.
El fiscal general, Francisco Barbosa, señaló que el alto comisionado tiene el deber legal de informar sobre este tipo de contactos, más aún tratándose de una persona requerida por la justicia. “Llamaremos al señor Danilo Rueda la próxima semana para que nos explique las circunstancias de tiempo, modo y lugar a partir de las cuales tuvo contacto con este sujeto que está por fuera de la ley”, afirmó Barbosa.
La reacción de la Fiscalía pone de presente las tensiones entre esta entidad y la oficina del Alto Comisionado para la Paz, encargada de liderar los diálogos con grupos armados ilegales. Si bien Rueda tiene el mandato de buscar acercamientos para lograr acuerdos de paz, Barbosa considera que ello no lo exime de informar sobre dichos encuentros.
Expertos advierten que este choque de posiciones entre la Fiscalía y el comisionado Rueda puede dificultar futuros acercamientos con grupos ilegales. Indicaron que el Alto Comisionado requiere cierto margen de maniobra y discrecionalidad para ganar la confianza de actores armados y lograr eventuales pactos.
Desde el Gobierno Nacional aún no se ha pronunciado sobre este cruce de declaraciones. Se espera que en los próximos días haya un pronunciamiento que aclare los alcances que tiene la oficina del Alto Comisionado en sus contactos y diálogos exploratorios con grupos ilegales. Mientras tanto, Rueda está llamado a presentarse ante la Fiscalía para explicar bajo qué circunstancias se dieron los encuentros revelados con Iván Márquez.