El expresidente Bill Clinton se prepara para una intensa campaña en apoyo a Kamala Harris. Este esfuerzo se enmarca en un contexto electoral sumamente competitivo. Clinton, conocido por su habilidad para conectar con el electorado rural, iniciará su gira en Georgia. Este estado es crucial para las elecciones del 5 de noviembre. Su objetivo es captar el voto de las áreas rurales, un segmento que podría ser decisivo en la contienda.
La campaña de Harris ha decidido desplegar a figuras prominentes del Partido Demócrata. Barack Obama y Joe Biden ya han mostrado su apoyo. Ahora, Clinton se une a este esfuerzo colectivo. Ian Sams, portavoz de la campaña de Harris, destacó la importancia de esta estrategia. “La campaña de Harris ha soltado al ‘perro grande’”, escribió en X, refiriéndose a la influencia de Clinton.
Las encuestas reflejan un panorama incierto. Según RealClearPolitics, Harris tiene un 49 % de apoyo, mientras que Trump cuenta con un 47,2 %. Esta diferencia de 1,8 puntos es mínima, especialmente considerando los márgenes de error. Por ello, la presencia de Clinton en estados clave podría inclinar la balanza.
Clinton adoptará un enfoque diferente al de los mítines masivos. Prefiere encuentros más íntimos, donde pueda dialogar directamente con los votantes. CNN informó que hablará ante grupos reducidos en ferias locales y lugares privados. Esta estrategia busca crear un vínculo más personal con el electorado.
Barack Obama también ha jugado un papel crucial en la campaña. Ha instado a los hombres afroamericanos a votar por Harris. Su mensaje resuena con fuerza, dado que Harris tiene raíces afroamericanas e indias. Si gana, será la primera mujer en llegar a la Casa Blanca, un hito histórico.
Por otro lado, Jimmy Carter, el expresidente más longevo del Partido Demócrata, no participará activamente en la campaña. A sus 100 años, se encuentra en su hogar recibiendo cuidados paliativos. Sin embargo, su interés por las elecciones sigue vivo. Según su nieto, Jason Carter, está “mental y emocionalmente involucrado” en los acontecimientos actuales. Carter espera poder votar por Harris el 5 de noviembre.
La ausencia de Carter en la campaña no disminuye su relevancia. Su legado y su apoyo simbólico a Harris son significativos. La posibilidad de que una mujer llegue a la Casa Blanca es un tema que le apasiona.
La campaña de Harris enfrenta múltiples desafíos. La competencia con Trump es feroz, y cada voto cuenta. La participación de Clinton, Obama y el apoyo simbólico de Carter son elementos clave en esta contienda. La estrategia de dirigirse al electorado rural y afroamericano podría ser determinante.
