El reciente accidente aéreo en Nepal ha dejado una estela de dolor y preguntas sin respuesta. Dieciocho personas perdieron la vida cuando un avión de pasajeros de Saurya Airlines se estrelló y se incendió mientras despegaba de Katmandú. Este trágico suceso ha vuelto a poner en el foco las deficiencias de la seguridad aérea en esta nación del Himalaya.
El accidente ocurrió el miércoles 24 de julio, alrededor de las 11.00 hora local (05.15 GMT). Según las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto, el avión ya había despegado y se encontraba en el aire, pero rápidamente se inclinó hacia uno de sus costados y volvió a caer sobre la pista. Los vídeos publicados por la televisión local Kantipur TV muestran la aeronave completamente destrozada, con parte de su fuselaje calcinado, rodeada por decenas de operarios de los equipos de rescate.
Solo el capitán fue rescatado con vida y está recibiendo tratamiento en un hospital, según Tej Bahadur Poudyal, portavoz del Aeropuerto Internacional Tribhuvan de Katmandú. El portavoz del aeropuerto, Subash Jha, confirmó la muerte de los otros dieciocho ocupantes del avión, de los cuales diecisiete pertenecían al personal de mantenimiento, incluido un extranjero. La identidad de las víctimas aún no ha sido revelada por las autoridades.
El avión se dirigía hacia la ciudad de Pokhara, una ruta aérea frecuente entre los turistas extranjeros que desean vislumbrar la cordillera del Himalaya. Sin embargo, la causa del accidente sigue siendo un misterio. Las autoridades no han ofrecido detalles sobre lo que pudo haber fallado en esta ocasión.
El reciente accidente aéreo en Nepal ha dejado una estela de dolor y preguntas sin respuesta. Dieciocho personas perdieron la vida cuando un avión de pasajeros de Saurya Airlines se estrelló y se incendió mientras despegaba de Katmandú. Este trágico suceso ha vuelto a poner en el foco las deficiencias de la seguridad aérea en esta nación del Himalaya.