El mundo de la literatura y la cultura en Colombia se encuentra de luto tras la noticia del fallecimiento de Felipe Ossa, conocido cariñosamente como “El decano de los libros”. La noticia fue confirmada por el expresidente Iván Duque a través de su cuenta de X, donde expresó su dolor por la pérdida de su amigo y destacó su insuperable calidad humana. Felipe Ossa, quien dedicó más de cinco décadas a la Librería Nacional, deja un legado imborrable en el ámbito cultural del país.
La Librería Nacional, fundada el 7 de septiembre de 1941 en Barranquilla, fue el único lugar de trabajo de Ossa. Su vínculo con esta institución comenzó desde muy joven, cuando ingresó como ayudante de bodega y librero. Con el tiempo, su pasión y dedicación lo llevaron a ocupar el cargo de gerente general, desde donde impulsó innumerables iniciativas para fomentar la lectura y el amor por los libros.
Felipe Ossa nació en Bogotá, pero se crio en Buga, donde desarrolló su interés por la lectura y la escritura. Su primer contacto con el mundo de las letras fue a través de los cómics y las historietas, lo que despertó en él el deseo de convertirse en ilustrador e historietista. Sin embargo, su camino académico no fue convencional. Fue expulsado del colegio y decidió no volver a la educación formal. En lugar de ello, se convirtió en un autodidacta, dedicándose al estudio de la historia, la filosofía, la literatura, la ciencia y el arte por su cuenta.
En una entrevista para El Espectador, Ossa explicó: “No volví a entrar a ningún colegio ni nada. Soy un autodidacta. Sí estudié mucho por mi cuenta, historia, filosofía, literatura, ciencia y arte. Sistemáticamente, me puse a estudiar las materias de las humanidades, pero no terminé el bachillerato. Tampoco tuve la intención de entrar a la universidad. Mi verdadera universidad han sido los libros”.
Su amor por los libros lo llevó a convertirse en un ávido coleccionista. Comenzó a coleccionar libros a los seis años, hizo una pausa durante su adolescencia y retomó esta actividad cuando ingresó a la Librería Nacional a los 18 años. Se dice que en la actualidad tenía más de 3.000 revistas, novelas gráficas y libros en su colección. Entre estos, algunos estaban firmados por él, como “El mundo de la historieta”, “La historieta y su historia” y “Los héroes de papel”.
El legado de Felipe Ossa no se limita a su impresionante colección de libros. Su influencia se extiende a las innumerables personas a las que inspiró a través de su trabajo en la Librería Nacional. Durante su gestión, la librería se convirtió en un referente cultural, un espacio donde los amantes de la lectura podían encontrar una vasta selección de obras y participar en eventos literarios. Ossa siempre se esforzó por crear un ambiente acogedor y estimulante para los lectores, fomentando el amor por la literatura en cada rincón de la librería.
El expresidente Iván Duque, en su mensaje de despedida, recordó con cariño los momentos compartidos con Ossa y destacó su insuperable calidad humana. “Recibo con dolor la muerte de mi gran amigo Felipe Ossa. Fue un gran intelectual, librero, amante de la cultura y por años el gerente general de la Librería Nacional. Compartí su amistad con mi padre y pasar tiempo con Felipe fue siempre una aventura de conocimiento y de reflexión sobre su insuperable calidad humana. Nos harás mucha falta, querido Felipe”, escribió Duque.
La partida de Felipe Ossa deja un vacío en el mundo cultural y del libro en Colombia. Sin embargo, su legado perdurará en cada libro que se venda en la Librería Nacional, en cada lector que descubra una nueva obra gracias a su labor y en cada persona que se acerque a la literatura con la misma pasión que él demostró a lo largo de su vida. Su historia es un recordatorio de que el amor por los libros y la cultura puede transformar vidas y dejar una huella imborrable en la sociedad.
En estos momentos de duelo, es importante recordar y celebrar la vida y el legado de Felipe Ossa. Su dedicación y pasión por los libros y la cultura son un ejemplo a seguir. Su historia nos enseña que, a pesar de las adversidades, es posible encontrar en los libros una fuente inagotable de conocimiento y crecimiento personal. Felipe Ossa, “El decano de los libros”, vivirá para siempre en las páginas de cada libro que inspiró y en los corazones de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y aprender de él.
