La princesa Ana de Inglaterra, hermana del rey Carlos III, continúa su recuperación en el Hospital Southmead de Bristol. Esto ocurre luego de haber sufrido un accidente en el que, aparentemente, un caballo le golpeó la cabeza. Una nota del Palacio de Buckingham informó este lunes que la princesa está “despierta y consciente”. Sin embargo, debido a la conmoción cerebral y las heridas leves que sufrió, los últimos informes indican que la princesa es incapaz de recordar con exactitud lo sucedido.
¿Cómo fue el accidente? Lo que se sabe hasta el momento es que había caballos cerca en el momento del incidente. Este ocurrió el domingo por la noche en su finca de Gatcombe Park. Su equipo médico dijo que sus heridas eran consistentes con un posible impacto de la cabeza o las patas de un caballo. Un hombre local, citado por The Mirror, dijo que vio aterrizar la ambulancia aérea el domingo a las 21:15 horas. Además, el helicóptero de la policía dio vueltas alrededor de las 21:23 horas.
Por ahora, la princesa permanece bajo observación en el hospital como medida de precaución. Se espera que pueda recibir el alta esta misma semana para regresar a casa, según indicó el Palacio. “Por consejo de los médicos, los compromisos de Su Alteza Real para la próxima semana serán pospuestos. Su Alteza Real envía sus disculpas a cualquiera que pueda sentirse incómodo o decepcionado como resultado. La visita de Estado japonesa se llevará a cabo según lo planeado, aunque lamentablemente Su Alteza Real no podrá asistir al banquete de Estado de mañana”, señaló el comunicado.
“El Rey ha sido mantenido estrechamente informado y se une a toda la Familia Real para enviar su más cariñoso amor y buenos deseos a la Princesa para una pronta recuperación”, concluyó.
Ana, de 73 años, es conocida por su amor por los caballos. Fue la primera miembro de la realeza en competir con el equipo de equitación en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976. También es la patrocinadora real de 28 organizaciones benéficas diferentes relacionadas con caballos y animales, de acuerdo con The Mirror.
Al ocurrir el suceso, dentro del perímetro protegido de sus terrenos, la princesa fue atendida primero por servicios de emergencia. Después fue trasladada al centro médico, adonde la acompañó su esposo, Tim Laurence. En ese momento, estaban en la mansión en el condado de Gloucestershire (suroeste inglés) éste y los hijos de Ana con Mark Phillips, Zara Tindall y Peter Phillips. El resto de la familia, incluidos sus hermanos Carlos, Andrés y Eduardo y los príncipes de Gales, William y Kate, fueron notificados poco después.
Entre los compromisos oficiales que tendrán que ser anulados, se incluye un viaje a Canadá que la princesa iba a emprender a finales de esta semana y que ahora deberá ser reprogramado. La princesa se disculpa “ante aquellos a los que haya decepcionado o causado inconveniencia” por lo sucedido, según la nota de la corona.
La situación de la princesa Ana ha generado una ola de preocupación y apoyo tanto en el Reino Unido como en el extranjero. La realeza británica, conocida por su fuerte sentido del deber y compromiso con sus responsabilidades, se enfrenta ahora a un momento de incertidumbre. La salud de la princesa es una prioridad, y su recuperación será seguida de cerca por sus seres queridos y el público.
El accidente también pone de relieve los riesgos asociados con la equitación, incluso para personas experimentadas como la princesa Ana. A pesar de su vasta experiencia y amor por los caballos, los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento. Este incidente podría llevar a una mayor conciencia sobre la seguridad en actividades ecuestres y la importancia de tomar precauciones adecuadas.
En el ámbito de la realeza, la ausencia de la princesa Ana en eventos oficiales y compromisos será notable. Su dedicación a diversas causas benéficas y su presencia en eventos importantes han sido una constante a lo largo de los años. La reprogramación de sus compromisos y la necesidad de posponer su viaje a Canadá subrayan la gravedad de su situación actual.
El apoyo de la familia real y del público será crucial en este momento. La princesa Ana ha sido una figura respetada y admirada por su trabajo y dedicación. Su recuperación será un proceso que requerirá tiempo y paciencia, y es probable que reciba el apoyo necesario para superar este desafío.